miércoles, 14 de septiembre de 2011

De Washington a Niágara escoltados por la poli

¡Buenas tardes a todos!
Hoy también escribimos desde carretera, concretamente empezamos el post en la milla 272 de la interestatal 90  en sentido este (ya podéis localizarnos con google maps).

Ayer fue día de grandes emociones. Todo empezó en Wasington, con una visita guiada al capitolio. La visita empezaba a las 8'50, pero pedían estar al menos 45min. antes para los controles de seguridad y todo el rollo, así que tocó madrugar para estar allí a las 8. Vaya panorama, todos los guiris allí delante de la puerta con cara de sueñísmo, y no abrieron puertas hasta las 8'30. Muy útil lo de los tres cuartos de hora antes...








Por lo demás, la visita bastante bien, un poco patriótica (como todo lo americano), pero un edificio precioso y con muchas historias que contar.







 Antes de salir de Washington pasamos por el cementerio de Arlington. Una buena oportunidad para ver un cementerio típico u.s.a. A mí me encantó, con sus colinas, todo verde.





En este cementerio hay 320.000 lápidas; observad qué magnitud tienen las colinas, y qué bien cuidado está hasta el último detalle. Nos impresionó ver tantas y tantas colinas llenas de soldados caídos en la primera y la segunda guerra mundial.

También pasamos por la colina de los Kennedy, que tenía como estrella la tumba de John Fitzerald Kennedy (ex-presi de los estados unidos) y su mujer, Jaqueline Onassis.  Por otros lugares de la colina estaban los  demás Kennedy, que follones se llevan...



Y tras las visitas matutinas, nos pusimos en carretera. Nos esperaban  7 horitas hasta Niágara (donde apunta mi dedo índice, ¡en Canadá!)

 ¡Ojo con el tamaño de las patatas que nos pusieron en la comida!


Yo aproveché el viaje para escribir el post del día anterior, ordenar las fotos,  mirar en el mapa por dónde íbamos, dormir un poco, leer, hacerme la manicura.....Y cuando el gps marcaba que sólo quedaban 40 minutos para llegar al hotel,en la milla 1 de la interestatal 190.... ¡va y se para el coche! Así, de repente. Suerte que mi superconductor mantuvo la calma y paró en el arcén de la derecha sin problemas. El tema fue que el marcador del fuel marcaba que aún nos quedaba gasolina para unos 50km... pero realmente nos habíamos quedado a 0. ¡Qué follón!

Aquí pusimos a prueba nuestro inglés llamando a la empresa del alquiler del coche, y cuando ya estábamos dando nuestra posición... se para la poli detrás nuestro, con esas luces de discoteca que no dejan ver nada. ¡Mirad que cara de susto que se me puso!
Pues nada, al final el poli muy amable llamó él mismo a una grúa que nos trajera gasolina. En media horita, por el módico precio de 80$ (se podía pagar hasta en visa y mastercard, todo un lujo), teníamos suficiente gasolina hasta la próxima gasolinera. De hecho llegamos hasta el hotel sin repostar (porque no escarmentamos).

A Niágara llegamos cansados y aún con el susto en el cuerpo. Yo me empecé a recuperar con esta cena espectacular que sabía a gloria. Y me puse buena del todo al ver la habitación que había pedido Juan. El último piso, con jacuzi y vistas directas a las cataratas, chocolate y vino blanco. Un lujazo. Muchas gracias a Juana por esta habitación tan espectacular.
 


 


El día acabó con  un paseillo hasta el casino. Hicimos un poco de pretemporada para las Vegas con un gin tonic y unas apuestas en la ruleta. Por cierto, en la entrada los de seguridad me preguntaron qué edad tenía. Sin comentarios....



Por ahora, seguimos en la interestatal 90 ahora en la milla 201,  y quedan aún 5 horas para llegar a Provincetown (cerquita de Boston), pero el paisaje ya vale la pena, con sus casas auténticamente americanas, prados verdes infinitos, y la sensación de que aún nos queda mucho por ver.
Hoy hay ración doble de post, ¡nos leemos más abajo!

2 comentarios:

  1. Jajajajaja, qué gracia con lo de la policia, menudo susto!! Una anéctoda más para contar luego del viaje. Qué bonito Washington, además estáis teniendo muy buen tiempo ¿ verdad?
    Juan, eso no eran patatas, eran patatones... jajajajaja. ¿Dónde las freirán? Porque son gigantes.
    Os veo ya con ganas de llegar a Las Vegas...jijiji

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  2. Hola hola! Pues sí, vaya susto nos llevamos! Cuando vimos que el coche dejaba de funcionar en mitad de la carretera... madre mía! Y encima cuando llamamos a los del alquiler de coches nos dicen que no pueden venir porque estamos en una carretera privada, que hablemos con la poli! Buff, menos mal que el poli que pasó por allí era muy amable y todo acabó bien, jeje.

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